30/8/08

Después de la tormenta siempre llega la calma...

... ¡y menos mal! Pero... ¿y mientras dura la tormenta, qué? ¡Eh!

La última semana ha hecho el calor más agobiante y sofocante de todo el verano. Fueses a dónde fueses, no había lugar alguno en el que la frente de alguien no estuviera adornada por mil y un goterones de sudor que bajaban hacia ojos y pómulos cual cascada. Era de ese calor pegajoso frente al que, por mucho que bebas, siempre tienes la boca seca y el cuerpo empapado. Resumiendo: días en que las pestañas te dan calor y te sobran hasta los bolsillos.

Y tú pregúntale a cualquier gallego y te dirá que "haberlo, hailo" pero que por aquí ese calor normal no es. Y tras esa infernal ola de calor ha venido a hacernos una visita la peor de las tormentas que yo haya podido presenciar (o al menos que recuerde) a lo largo de mis casi veintiséis años (tan sólo veinte días tienen la culpa del casi).

Anoche, ya de madrugada, me quedé despierta viendo un par de películas (en primer lugar porque tenía que ejercer de "despertador" y en segundo porque, tras la ingesta de grandes cantidades de teína, me desvelé). De la primera no diré nada porque me niego (sí, me niego... porque me obligaron a verla y yo no quería). En cuanto a la segunda... su título ("The upside of anger") prometía demasiado y a pesar de estar catalogada como una comedia dramática y de haberme arrancado un par de carcajadas, lo que más sentí mientras la veía fue miedo y acojone. Pero no por la película en sí, sino por la manera en que la habitación se iluminaba cada dos por tres y los truenos posteriores (a doce; ocho o quince... segundos de distancia).

Os lo aseguro, lo de anoche era como una especie de Cumbre de dirigentes celebrada en el cielo coruñés. Cumbre en la que, por un lado, unos lanzaban fuegos de artificio a un firmamento desde el que respondían otros, más malumorados y con peores pulgas. Vamos que... allí sólo faltaba nuestro monarquísimo diciendo aquello de "¿Por qué no te callas?".

Tras la película me fui a la cama, pero la cosa no mejoró. Recuerdo que, cuando era una niña, me tapaba hasta la frente y las tormentas me daban menos miedo, pero... ¿cómo vas a taparte cuando, a pesar de haber tormenta, hace un calor de cinco mil demonios haciendo una barbacoa? En definitiva: que a lo mejor (y exagerando un poco) logré dormir un par de horas justo después de que la batería del iPOD me dejase en la estacada.

¿Conclusión? Me he levantado con ojeras y más cansada que cuando me acosté. Y hoy me espera un largo turno de tarde de siete horas y media durante el que la teína tendrá que ayudarme a evitar lo que anoche impidió...

Pero bueno, era sabido que el último fin de semana de Agosto iba a hacer mal tiempo (¡yo lo sabía!). Porque son las últimas fiestas del verano (las mejores y más esperadas para algunos; para las que más y mejor curran otros; etc.) y porque, además, son los días previos a la llegada de mis queridos polaquitos...

En fin, que esperemos que la tormenta se haya descargado a gusto anoche, no vaya a ser que se me acojonen (más de lo que ya lo están) y me quede sin esas Luces de Septiembre que vienen de visita...

Y hablando de Luces de Septiembre, el noveno mes está a puntito de llegar, y con él la vuelta al cole; los exámenes; mi cumpleaños... ¡toda una depresión! Pero este es otro tema sobre el que ya habrá tiempo de escribir. O no... ¡Quién sabe!

Ánimo para los que se os acaban las vacaciones. Como bien dicen "el que avisa no es traidor" y yo ya os dije que este día llegaría... ¡jajaja! -insertar aquí risa malévola y totalmente justificada, porque yo no he tenido vacaciones y no me quejo...-.

8 comentarios:

Anónimo dijo...

Qué suerte! Por aquí no ha llegado la tormenta todavía, pero los grados han bajado. Ah! Menos mal!
Quiero frío, quiero frío, quiero frío.
Odio el calor!!!!
Ya veremos si pienso igual en enero, je, je.
Un beso

Esther dijo...

¡¡¡Qué guay!!! A mí me encantan las tormentas ¿será por que aquí nunca llueve, sólo en la gota fría? Y en los días de atrás, vi pasando las nubecillas pero ¡bah! ¡Siempre igual! Pasan por aquí y ¡no llueve! ¡Pasan de nosotros! Podrían algún día tener un poquito de compasión ¡son malas! Mándanos como sea algunas buenas que nos den un poquito de agüita. No me gusta nada este calor, a decir verdad, y estoy deseando de que llegue el invierno, aunque no me gusta lo que me espera en septiembre, claro... ...contradicción: quiero septiembre pero, no lo quiero, en fin... ...que ¡no me aclaro! A ver si ahora, en septiembre llega la gota fría por mi zona y todo se refresca...

Saludines.

Gelo dijo...

MEXERICAS..... :P

maria dijo...

Jejeje Sob tiene razón, aqui tormenta poca por no decir inexistente, pero la verdad es que a mi me encantan ^^ eso si la calor pegajosa no por dios, prefiero la seca de aqui de Sevilla. Eso si han bajado las temperaturas y gracias a dios porque la semana pasada parecía que de nuevo llegaba julio.
Que te sea leve tu turno y que la fuerza de la teína te acompañe.
un saludo ^^

Óscar Sejas dijo...

Hola enana de casi 26 tacos. Aquí estoy yo una vez más llenando tu blog de frases que se me pasan por la cabeza.

Por lo que he podido atisbar en tu redacción diríase que fue una tormenta del 15 (o del 16 si me apuras) de esas que con cada trueno las paredes tiemblan y parecen que los cristales van a reventar.

Yo he vivido un par de ellas y sí, acojonan bastante, sin embargo, qué bueno es tener un techo bajo el que refugiarse. ¿Te imaginas eso mismo en medio de la calle o atada a un pararrayos? Eso sería de película gore total.

Y dejando a un lado las tonterías he venido a avisarte de algo: He terminado de leer "Las luces de Septiembre".

Me ha encantado y sorprendido a partes iguales, ese halo de misterio, ese suceder de los acontecimientos...

Incluso he disfrutado cuando se asocia la figura de Daniel Hoffman a las sombras que se cernieron sobre el mundo en aquella fatídica guerra mundial...

Pero lo que más me gusta es que me hayas comparado con el personaje de Ismael, el marinero luchador que sueña con escribir seriales para la radio y con un corazón que sólo una persona puede llenar.

Creo que no tengo palabras para agradecertelo una y mil veces ni ideas suficientes para corresponderte como te mereces, pero bueno...

De momento te dejo mil abrazos.

maria dijo...

tienes una cosita en mi blog ^^ un besito guapa

atenea dijo...

Quejica!! Yo no he tenido calor calor de verdad... aquí sólo tenemos bochorno asqueroso de ese XDDD y ahora, encima, llueve. Pero no llover de decir ohhh esto parece el diluvio universal, no (y lo preferiría...) llueve un rato, orbaya otro (con y!! que esto ye Asturies ;) jajaja) y, al final, hace un día más deprimente que otra cosa...

Besos!! :)

Lluvia dijo...

Opino como Esther, aqui en la comunidad Valenciana solo (por lo general) llueve en gota fria, tal vez por eso es que le damos más la bienvenida, si fuera más seguido sería el caso contrario de seguro.

Como te he dicho otras veces me gusta el modo de relatar que tienes, se hace muy amena y agradable la lectura.

Un abrazo enorme y feliz mes de septiembre, tu cumple es el 19??

ANA