28/8/08

Si pudiera rebobinar... (cc. 111)

Si de mí dependiera, rebobinaría, como poco hasta esta mañana, y volvería con algunas flores para regalarte. Iría a la misma floristería y trataría de hacerme con una reproducción lo más exacta posible de aquel ramo de flores a las que mi amigo olvidó que yo tenía alergia simplemente porque tras compartir sus sábanas conmigo, hizo caso omiso del mundo para hacer una de esas cosas que se suponen de pareja, de novios o, tal vez y únicamente, como broche de oro para una noche de sexo que no volvería a repetirse. Entonces no sabíamos que pasaría después… Esas flores te recordarían a las primeras y volveríamos a reírnos como la otra vez y aunque quizás no resultase tan gracioso –porque tú ya sabrías que el rojo de mis ojos no es de emoción sino porque estoy a punto de comenzar con una larga serie de estornudos que durará varios minutos-, esta vez sería yo la que podría decirte que lo que realmente importa no es lo bueno o lo malo que te pase, sino junto a quién te pase.

Rebobinaría para no levantarme de mal humor. Me metería de nuevo en la cama y saldría de ella por el lado opuesto y también pisaría primero con el otro pie. Me esforzaría porque la primera imagen que tu retina captase de mí estuviese adornada con una sonrisa (que ni siquiera tendría que forzar si tan sólo me dijera a mí misma que era para ti y sólo para ti) a la que seguiría otra tuya –como respuesta- y a partir de ahí, el resto del día sería mejor (para los dos). Y al bajarme del coche no cometería el error de irme sin darte un beso y diciéndote solamente un hasta luego. No tendría que haberme bastado el saber que tras las siete horas y media de mi jornada laboral, volverías a buscarme y que entonces, todos tus besos serían para mí. En ese instante olvidé el miedo a perderte y tuve confianza ciega en ese juramento de para siempre que pactamos hace algunas noches y que tu boca rubricó alrededor de mi ombligo.

También haría retroceder el tiempo hasta esa noche, quisiera poder cambiarla a tu antojo y hacer eternos algunos momentos. De esa noche, por ejemplo, eliminaría mis cosquillas, para ser capaz de estarme quieta mientras tu boca cuenta todos y cada uno de mis lunares.

Y de ser capaz de hacerlo, seguiría rebobinando sin cesar. Reviviría el momento en que nos conocimos, el de aquel codazo y también el de nuestro primer beso (aunque ese está grabado a fuego en mi memoria. Y es que nunca antes nadie me había pedido permiso para besarme…).

Rebobinaría para restar mis miedos a los tuyos y que te dieses cuenta de que el resultado es negativo; para convertir en eternos algunos días, pasar otros a cámara rápida y con algunos, simplemente fingir que no han existido; alargaría para ti el mes de Septiembre y nuestros domingos durarían cuarenta y ocho horas (cómo mínimo).

En realidad, por ti rebobinaría toda mi vida, llegando incluso a borrar las líneas que el tiempo ha ido dibujando en las palmas de mis manos. Las dejaría en blanco para que tú, como único dueño de mi destino, las dibujes y modeles a tu antojo.

Pero como no depende de mí, únicamente puedo darte la respuesta que esperas de mí y decirte que estoy lista para emprender ese viaje contigo; que ni voy a pedirte tiempo para hacer el equipaje, porque no me hace falta y que lo único que preciso es tu piel como mapa de ese mundo para el que tus besos me han hecho renacer…

Y aunque no pueda rebobinar el tiempo, sí me gustaría poder detenerlo y ser yo la que, durante una única noche, cuente tus lunares…





Para leer más historias con el mismo principio, visita: El CuentaCuentos.

15 comentarios:

Anónimo dijo...

Creo que lo que a veces no nos gusta en el comienzo de una relación amorosa, con el tiempo, es lo que más se recuerda con cariño por haber sido particular.
Hay mucha pasión en tus palabras.
Un beso

maria dijo...

Jous que cosa mas bonita maria. Entre que he estado viendo Un paseo para recordar y ahora esto se me han saltado las lagrimillas.
Muy expresivo,romantico con sus puntos de dulzura y picardia. Entrañable.
Un saludo ^^

Óscar Sejas dijo...

Dios...¿o he de decir María?

Simplemente impresionante, me has puesto la piel de gallina al leerlo.

En serio, has pasado en poco tiempo del nivel genial al nivel inmejorable.

Puede que sea una historia real o puede que no, lo único que sé es que has conseguido dar vida a esas letras que desfilaban ante mis ojos y esta noche, hasta yo he querido contar esos lunares (en sentido metafórico no mal pienses que te conozco).

Me quito el sombrero y te dejo un 12 sobre 10.

Salgo sin palabras niña...

Óscar Sejas dijo...

Pues si quieres que te valore con submarinos, esta entrada tiene (redoble de tambores y visita el link para salir de dudas.

http://img360.imageshack.us/img360/9443/30455349ln6.jpg

Y no estoy acojonado que conste en acta. Es así porque me da la gana y la entrada lo merece. Y fin.

¡Un besazo rubia!

Sara dijo...

Voy a hacer un esfuerzo para no decir nada aún de tu texto...que hasta el lunes no toca! ;)

Pero tengo que responder a tu comentario en mi blog!!

Te voy a decir que me gusta tu actitud. La verdad es que tendría que aprender mucho de ti en ese aspecto. La mayoría de las veces me da bastante igual lo que diga la gente de mí, pero hay veces que te dan donde más te duele (ver fotolog) y entonces no te queda más remedio que buscar una respuesta o una explicación o cualquier cosa...

Ya sabes, hay días flojitos en los que te tiemblan hasta las sonrisas...

Me quedo con la frase que me has puesto de Alejandro porque creo que lo resume todo (siempre compartiendo gustos)

Gracias por recordarme las cosas que se me habían olvidado ;)

Pd.Para el Gordito probablemente sea la que le da las galletas a escondidas de Raul jajajaa...

Pd2. El lunes tienes tu comentario. Lo tengo en mente pero me niego a romper las normas de cuentacuentos... :p

hz45 dijo...

Bien contado, cuando vi la longitud pense en algo soso, pero no pude saltarme ni una linea. Me ha gustado y mucho... :)

Jara dijo...

María, maría, maría...
Hay frases en este relato que deberían ser guardadas para la eternidad y con tu permiso me voy a quedar con "rebobinaría toda mi vida, llegando incluso a borrar las líneas que el tiempo ha ido dibujando en las palmas de mis manos".

Me gusta sí chiquilla, me gusta este relato y mira que yo siempre tengo mis menos con historias de este tipo( yo que no escribo otra cosa ultimamente agg) pero es lo que hay.

Así que te dejo una sonrisa, para que cuando leas esto te sea contagiada otra y consigamos sonreir a ratitos.

Anónimo dijo...

Me ha gustado, pero no entiendo bien el final, ¿es ahora él el que no quiere?

Rebeca Gonzalo dijo...

Me ha gustado mucho porque es dulce sin pecar de ñoña y porque encierra muchos sentimientos. Estoy de acuerdo con Soboro a veces esos pequeños detalles que nos disgustaban o que no nos agradaban tanto de nuestra pareja, acaban convirtiéndose en el mejor y más precioso tributo para poder recordarles.

Esther dijo...

¡Qué bonito! ¡Aaaaaaaaaay! Suspiro... ...qué bonito el perder el miedo, el encontrarse el uno en el otro una y otra vez, el saber que no hay nada que temer porque el amor que envuelve a las dos personas es fuerte y nadie podrá con él... ...me gustaría vivir un amor así y no tener miedo... ...pero, creo que mi destino es otro y lo peor es que seguramente yo tengo la culpa...

Un saludito y brindo por el amor verdadero, que aunque a veces parece que escasee más y más, yo deseo que no se pierda, que perviva por siempre, aun aunque sea ya en pocos casos pero, lo importante es que no acabe por desaparecer de la faz de la tierra.

Saludines.

Anónimo dijo...

Cuando el amor aparece el tiempo se hace pequeño.Un antes y un despues.Y en medio su vida.En el momento de renunciar al pasado y cerrar los ojos antes de lanzarse al futuro.
Una bella narración María.
Un abrazo!
Genial lo de que este domingo se alargue 48 horas!! xD

Gelo dijo...

-Mellor así. Esas tamén acabarían por darte alerxia e estarías na mesma... ;)

-Eu tamén gosto la frase das "palmas das mans", aínda que sospeito o porqué de que quieras borralas e iso, querida, non vale!

-Se queres préstoche un ábaco. Para que non pérda-la conta e iso... jajajaa

Un beijinho rula! Non deixes marcha-la maxia que te leva a escreber deste xeito. Prométesmo? ;D

Sara dijo...

María, por fin, estaba deseando decirte dos cositas:

1) Sublimes esos paréntesis! Son de matrícula de honor, de verdad. Es muy complicado, al menos para mí, hacer un texto con paréntesis sin resultar pesado... y tu lo has conseguido.

2) " sí me gustaría poder detenerlo y ser yo la que, durante una única noche, cuente tus lunares…" Genial, genial, genial.

Pues eso, que me encantó cuando lo leí el otro día y me ha vuelto a encantar ahora! ;)

María José dijo...

Hummmm puedo decir que es maravilloso?? aunque creo que eso ya te lo han dicho.
Me has emocionado mucho, la piel se me ha erizado en algunos momentos y de pronto tus palabras se nublaban en mis ojos.... maldita alergia!! soy una romántica no lo puedo negar.
Un abrazo.

atenea dijo...

Precioso.

Es romántico, dulce y, en definitiva, genial. Y, ¿sabes lo que más me gusta? Que sea corto jajaja no me malinterpretes, pero recuerdo tus largas historias y tus quejas al respecto. ¿Ves como tú también puedes? Es increíble lo que has contado en tan sólo unas líneas.

Necesito dar la vara un rato por estos mundos, que últimamente os he tenido muy abandonados ;)

Muakssssssss!!!