14/1/08

Cuentacuentos 90


Pasaron varios días hasta que alguien cayó en la cuenta de que los sueños habían desaparecido para los que, como ella, amaban la Literatura y las Letras y no concebían otra forma de vida que no fuese la ligada al mero (pero que después se convertiría en tan imposible) hecho de plasmar todos y cada uno de sus sentimientos e inquietudes sobre una rudimentaria cuartilla de papel…


Para comprender esta historia, que será la de una serie de mujeres con unas inquietudes literarias que dan forma a una pequeña (pero todavía no extinta) lista de escritoras que, generación tras generación, no han dejado de luchar para poder serlo, habremos de remontarnos varios siglos atrás.


El marco socio-cultural que envuelve a Rosa (cronológicamente la primera de la lista) no le permite poder escribir, dado que por aquel entonces… a las mujeres tan sólo les estaba permitido hablar si su padre, o posteriormente el que se hubiera convertido en su esposo (nunca escogido libremente) así se lo concedía, y poco menos que se les impedía pensar si el origen de tales pensamientos no eran las tareas del hogar, el cuidado del marido y los hijos, etc. Estando así las cosas, Pedro, el marido impuesto a Rosa por la condición económica de la que disfrutaba, jamás supo de las inquietudes literarias de su mujer. Y es que… después de aquella bofetada con la que su padre le obsequió tras que ésta le enseñase esa recopilación de pequeños poemas que había ido escribiendo a lo largo de los años y que, fueron arrojados a la lumbre por su progenitor sin que éste apenas los ojease, a la muchacha no le quedaron ganas de repetir.


Azucena, la menor de los ocho hijos que nacerían de la unión de Rosa con Pedro, heredó el amor de su madre por la Literatura así como las dotes para la escritura que ésta poseía. Sin embargo, en el camino de Azucena se cruzó esa renovación industrial, tan ansiada por todos, que azotó a los gallegos, haciéndoles pagar un precio demasiado alto con su llegada.


Personas pertenecientes a la burguesía castellana comenzaron a instalarse en todas y cada una de las ciudades gallegas y, junto con ellas, se instala también su lengua, la cual se convierte en la de las clases altas, de las instituciones públicas… El gallego es, por consiguiente, marginado y comienzan a aparecer los prejuicios que lo vinculan a la pobreza y la incultura. Estando así las cosas, el sexo de las personas en lo que a escribir en gallego se refiere, pasa a ser indiferente, ya que para cualquiera resulta un imposible…


A pesar de ello, Azucena, quien recibe una educación íntegramente en castellano, aprende la que es su lengua materna en la clandestinidad que le proporcionan las paredes de su casa y, como su madre hiciera otrora, escribiendo un gran número de poemas, cuentos e incluso novelas que jamás verían la luz. Así como continuando con la transmisión de la cultura de su pueblo a sucesivas generaciones…


Durante casi tres siglos y a lo largo de las diferentes generaciones, siempre existió una mujer dispuesta a continuar con lo que Rosa había comenzado sin ni tan siquiera ser consciente de que lo hacía, así como numerosos campesinos o marineros que, por muy prohibido que estuviese de cara al mundo, continuaban transmitiendo la lengua gallega de padres a hijos. Que la publicación de obras en gallego no fuese algo posible, no implicaba que de manera oral, se continuasen creando canciones, leyendas, poemas, rimas, cuentos… que enseñar a los más pequeños o compartir en las diferentes celebraciones y fiestas populares.


Una nueva Rosa, que sería tataratataratatara… nieta de la primera y que, como no podía ser de otro modo, era portadora de esa especie de estigma familiar que ya habían sufrido anteriores miembros del sexo femenino de su familia, quiso ir un poco más allá.


La que podríamos llamar Rosa II, se convirtió en maestra y a pesar de impartir la totalidad de sus clases dentro de la escuela en lengua castellana, más allá de los muros del centro, daba clases de lengua gallega a casi la totalidad de los alumnos que acudían a la escuela, así como a un gran número de niños para los que, dada la precariedad de la situación de sus familias, la escuela no era accesible. Además, llegó incluso a trabajar, a la par que el Padre Sarmiento, en la defensa del uso del gallego dentro de la enseñanza, de la administración y de la Iglesia.


Y con el discurrir de los años sucesivos, el esfuerzo de todas y cada una de ellas, así como de otros, no cayó en saco roto sino que se vio recompensado: la que sería la nieta de aquella a quien hemos denominado como Rosa II, tuvo la oportunidad de ver publicado un libro que incluía varios poemas escritos por todas y cada una de las mujeres que, en generaciones pasadas, habían pertenecido a su familia. Poemas que fueron guardados como oro en paño y legados a quién fuera merecedor de tal presente a lo largo de los años; poemas que, por fin, pudieron ver la luz y ser compartidos con el pueblo gallego en lo que se convino en llamar como el primer Resurgimiento de la cultura gallega…


Parecía que, por fin, las cosas se estaban poniendo fáciles y que esa lucha incesante, cuyo fiel aliado había resultado ser el paso del tiempo, estaba dando sus frutos. Enseñar, aprender, escribir, leer y publicar todo tipo de obras literarias en lengua gallega ya no era algo prohibido o que hubiese que mantener oculto y de ello disfrutarían dos mujeres de las generaciones siguientes de esta familia de la que estamos hablando.


Sin embargo, el futuro literario de la que llamaremos Rosa III, se vería truncado con el estallido de la Guerra Civil española que, junto con la posterior Dictadura, provocarían una nueva desaparición de la lengua gallega de la escena pública. Esto, marca nuevamente un paréntesis de silencio literario en el que el gallego sólo sobrevivirá en el exilio.


Rosa III (desde Galicia) y su marido, también escritor (desde Argentina), continuarían luchando por la recuperación de la identidad perdida por su pueblo y por la pronta recuperación de la lengua de éste.


Desde Buenos Aires, el marido de Rosa III, comienza a crear, junto con otros escritores gallegos, diferentes publicaciones (revistas, libros e incluso reimpresiones de libros prohibidos por la Dictadura) para asegurar así la continuidad de una cultura cuya supervivencia se encuentra brutalmente amenazada.


En 1950 (fecha clave en la Historia de la Lengua y la Literatura gallega) nacería la única hija que tendrían Rosa III y su marido, a la cual convinieron en llamar Rosalía (en honor a Rosalía de Castro) y con ella continuó la saga. Una saga de escritoras que, hasta el día de hoy, no se ha interrumpido y cuyas obras literarias, por fin sin dificultades ni prohibiciones de ningún tipo, han ido viendo la luz cuando sus autoras así lo han creído oportuno…


*No estoy satisfecha y soy consciente de que no he logrado escribir lo que pretendía, pero de cualquier modo, este es mi particular homenaje para todos y cada uno de aquellos y aquellas que hacen posible que, a día de hoy por ejemplo, alguien como yo pueda plantearse la idea de escribir un libro de cuentos en gallego… Y es que los sueños, ni mueren ni desaparecen, no si nos empeñamos en lo contrario…



Para leer más historias con el mismo principio, visita: El CuentaCuentos

14 comentarios:

Pugliesino dijo...

Pues puedes sentirte satisfecha y orgullosa de haber escrito tan bello homenaje a la lengua y sobre todo a la mujer galega, que bien podría hacerse extensible al coraje de la mujer en general.
Sin perder el estilo literario consigues crear un relato de gran contenido cultural e histórico en donde se refleja que ni la injusticia,la opresión, desigualdad ni el machismo mas brutal, pudieron marchitar tan admirables rosas.
Un gran homenaje María, enhorabuena!
Te deseo lo mejor en esta nueva travesía blogera y sobre todo que el 2008 sea un muy buen año para ti y los tuyos!! Animo y adelante, un abrazote!!

Jara dijo...

Desde luego es algo diferente, pero aún así creo que has conseguido reflejar parte de lo que pretendías(no sé si todo, eso ya lo sabes tú). Lo he leído desde el lado "periodístico", desde el punto de vista de la noticia y de un acontencimiento que seguro será salvado por alguien que ama su lengua y escribir en ella.

1 besito guapa.
Y ya sé que no te gusta pero G-----S por tus palabras.

Eulalia dijo...

Hola, Maria.
Eso que te ha pasado con Feevy pueden ser dos cosas.
Una.- que hayas intentado copiar el código ese que pone algo del CSS y ese, no se porqué, no se pega. Imagino que hay que modificar algo en el css.
Dos.- Esa no se explicarla, pero a mi me ha pasado lo mismo en todos los blogs. Pego el código correcto y no sale nada. Lo elimino y vuelvo a pegarlo y a los pocos minutos sale. No se si a todo el mundo le pasa, pero yo lo tengo en 3 blogs y en los tres tuve que hacer lo mismo.
A ver si tienes más suerte.
Un saludo y gracias por la visita.

Pedro dijo...

Es algo diferente a lo que nos tienes acostumbrados, sí, pero deberías estar satisfecha (mira que...);y no solo por que escribas bien , si no también por la historia que cuentas por todo lo que reivindicas y porque Rosa, todas ellas, estarían muy orgullosas de haber luchado para que tu pudieras "cuentear en gallego"



Un fuerte abrazo,

Pedro.

Anónimo dijo...

Un precioso homenaje ya no sólo a las mujeres gallegas sino a todas en general, sin importar comunidad, estado o país. A ver si todas son consciente de lo que sus antecesoras le han dejado en herencia y ponen a la mujer en el lugar que le corresponde.
Un abrazo y enhorabuena.

Unknown dijo...

me gustó mucho mucho...

Óscar Sejas dijo...

Después de unos meses de inactividad total, vuelvo para leerte y visito por primera vez tu nueva casa.

Creo que puedes estar más que orgullosa de lo que has escrito, es un homenaje emotivo y te ha quedado muy bien.

Los sueños a veces se cumplen sólo hay que tener un poco de fe.

Un abrazo enorme.

Anónimo dijo...

Me ha gustado mucho tu "relato" de esta semana. No por el tema periodístico, aunque bien hecho; si no por el tema de la lengua que tratas. Aquí también se vivieron épocas negras en que mis antecesores aprendieron su lengua en su propia casa, ya que estaba totalmente prohibido su uso. Si escuchaban que hablabas en la legua prohibida podían , desde humillarte, hasta pegarte tal paliza o, en el peor de los casos -y esos casos son pasados -, no llegar vivo a tu hogar.

Y si le añadimos a la parte represariada, la mujer en aquella época, es doble la puñalada que se recibía. Por eso me ha encantado tu "artículo" de hoy.

Felicidades nena!

PD: Yo también prefiero al peque que al piños, lo pensé al verle la primera vez en el campo! ;)

tormenta dijo...

Es un bonito documento María, lleno de esperanza a pesar de las visicitudes que atraviesan las protagonistas a lo largo de los siglos, lo que creo que aporta un valor extra a la posible obra de estas creadoras.

Escribir cuentos, en Castellano, en Gallego o en Esperanto, pero hay que escribir cuentos.

Un besazo guapa, te felicito por reinventarte, una vez más.

Jan Lorenzo dijo...

Miña nena... Podes estar moi orgullosa do que fiseches, porque eu agora, tras lelo, teño bágoas nos ollos e síntome máis orgullosa ca nunca de poder dicir que 'SON GALEGA', de ter este idioma como o meu falar natal, de poder falalo sen que te miren mal, e poder escribir nel sen que ninguén te mire con superioridade...

Encantoume miña nena... Dixeches que precisabas da miña crítica, pero aquí non vas atopar una crítica nin moito menos... Máis ben un sin fin de eloxios e parabens para ti...

Segue así rapaziña, porque chegarás moi lonxe...

E hoxe permitesmo, si?? Un biquiño e unha aperta enorme 'Mariquiña' ;p

Ata outro parruliña!!

Gelo dijo...

E esto escrito en galego aínda quedaría millor, que xa é dicir!

A seguir sorrindo e vendo o ceo máis azul parulliña!

Moitos beijinhos! ;)

Anónimo dijo...

Es toda una lección de historia, sin duda. Me gustó ver a estas mujeres en el transcurso de los años, y me gustó ver que no triunfó el machismo y la incultura.

El nombre de Rosalía me recordó a una amiga, que aprendió Gallego (está en ello) para leer la versión original de sus poemas.

Anónimo dijo...

No seas modesta María, que sabes que has escrito una preciosa historia de una saga de mujeres luchadoras, que permiten que hoy todas nosotras vivamos en igualdad y en libertad.
Es un trabajo bien realizado, con trazos de historia, sensibilidad, orgullo y mucho corazón de buena escritora como lo eres tú.
Gracias por el acogimiento y espero poder seguir escribiendo aunque sea cortito algunas semanas.
Besitos.

VaNe dijo...

Estou con Gelo, en alma máis non en corpo! jajajaja xD Esto en galego incluso quedaba mellor!

Gustoume moito!!

Se Rosalía levantara a cabeza... (pufff... se a levantara bo susto iamos levar todos! :P

Bicazos ruliña!