21/7/10

Parece que fue ayer...

… y dentro de apenas tres días ya va a cumplir cuatro meses. Y yo sigo sin acabar de creérmelo del todo. Muchas noches lo miro mientras duerme y, a los pocos minutos, termina por escapárseme alguna que otra lagrimilla (antes lo achacaba a las hormonas y los cambios propios del embarazo pero ahora ya asumo que me he convertido en toda una llorona).

No voy a empezar a enumerar la lista de cosas que ya sabe hacer o que está aprendiendo porque sonaría a la típica madre (las abuelas también lo hacen) que exagera y presume delante de los demás. Todas esas cosas me las guardo para contárselas a Aleix cuando sea más grande.

Lo que sí que no puedo dejar de decir es lo feliz que estoy y lo realizada que me hace sentir. Hay quién dice que las mujeres estamos en el mundo para mucho más que para traer descendencia al mundo y tienen mucha razón, pero… dentro de esas cosas ha de estar el ser madre (o al menos así lo veo yo).

Pensando y pensando llego a la conclusión de que no hay nada que se le compare. Terminar tus estudios, encontrar tu primer trabajo (y después el primero estrechamente relacionado con la carrera que has estudiado), llegar a casa con tu primer sueldo, emanciparte o cualquier cosa que queramos añadir a la lista de “cosas que hacen que nos realicemos” (por llamarlo de algún modo) es algo que ni siquiera se le acerca. Es muy gratificante recibir una remuneración económica o un “aplauso” por un trabajo bien hecho pero nada comparado con cada sonrisa de buenos días o con cada mirada que me regala mi pequeñajo sin pedirme nada a cambio.

Ser madre es un trabajo como otro cualquiera pero por el que no se recibe un sueldo. Tiene su estricto horario y sus obligaciones inamovibles. Hay días en los que sólo piensas en que llegue la hora de irte a la cama (y que el canijo no se despierte) y, cuando llega, caes rendida a la primera de cambio; hay otros días en los que todo se te hace cuesta arriba porque llora mucho (ahora que hemos dejado atrás los cólicos está empezando con los dientes y, aunque tardarán varios meses en empezar a salir, las encías empiezan a dolerle) y ya no sabes qué inventar para intentar calmarlo y, claro está, también hay otros días en los que todo parece ir rodado y no hace más que sonreír y hacerte descubrir cosas nuevas que no sabías que era capaz de hacer.

Y aunque termino cansada al final del día y no vuelvo a casa con un sueldo, como dice mi madre: “a cambio tengo el mayor de los tesoros que se puedan imaginar”.

P.D.: misión cumplida: he dado señales de vida, pero por hoy lo dejo ya (prometo no tardar tanto en hacerlo la próxima vez) porque el peque estará a punto de despertarse.

Un besote muy gordo para todos los que seguís por aquí y mil gracias por todos los e-mails y mensajes. ¡Hasta prontito!

6 comentarios:

Óscar Sejas dijo...

:-) Seguro que estás hecha toda una madraza.

No puedo dejar de pensar en lo curioso que resulta todo y en lo rápido que todo avanza. Hace apenas dos años estábamos escribiendo juntos y ahora ya me has hecho tío por segunda vez.

No suelo dejar caer una sola lágrima. Tú lo sabes bien. Pero ahora me has emocionado.

Un abrazo inmenso.

Noelplebeyo dijo...

suerte

La gata Roma dijo...

Que increíble tine que ser. Que impresionante me parece lo que un niño puede llegar a ser, lo que puede llegar a aprender…
Que maravilla.
Kiss, y disfruta cada día de ser mami, porque seguro que lo haces genial

Camaleona dijo...

Tienes razón es a tiempo completo... y cuando no es por los cólicos es por otra cosa, siempre habrá un motivo de preocupación, yo creo que por eso durante el embarazo dormimos tanto... para prepararnos...
Veo que todo te va de maravilla con tu pequeñajo... te envío un beso gigante... ánimo!!

Pedro dijo...

Jo, llego por casualidad después de un par de años sin saber de ti y me entero de esto ¡Enhorabuena! :-)

Yo tengo una de nueve meses y no hay cansancio más satisfactorio :-)

Abrazos!!!

Malvi dijo...

Me ha pasado lo mismo que a Pedro. De buenas a primeras me encuentro que eres madre!!! Cómo me alegro!

He de decirte que me encuentro un paso atrás de tí, yo estoy buscando y estoy completamente convencida de que un bebé es un regalo de la vida. Cuando he leido estas líneas me has dado la razón. Me encantan estas lineas que escribes.

Muchas gracias; Las ganas de tener un bebé van en aumento día a día.

Cuando me quede, ya te contaré

un beso muy fuerte y felicidades.

OS DESEO FELICES FIESTAS