19/4/09

Qué rápido han pasado…

… los últimos ocho años.
Más de dos mil novecientos días sin ti, echándote de menos, recordándote a diario y llorándote, como mínimo, más de lo estrictamente necesario.

Si tuviera que resumir estos ocho años en una sola frase, lo haría diciendo que nada volvió a ser lo mismo desde que tú te fuiste. Y si me dejasen añadir algo más, diría que me sigue pareciendo injusto y que aunque era algo sabido de antemano y con una muy clara fecha de caducidad marcada, yo sigo aún sin estar preparada para asumirlo.

Todo este tiempo se me antoja demasiado si tengo en cuenta todas y cada una de las cosas que no he podido compartir contigo, todo lo que te has perdido y la enorme cantidad de veces en que en la mesa ha habido una silla vacía a la que inevitablemente dirigir la mirada. Aunque también me parece como si hubiera sido ayer, por lo mucho que sigue doliendo.

Demasiadas lágrimas derramadas sobre la almohada o sobre el hombro de los demás, demasiados días en que el cielo se vistió de luto y, también, demasiados disgustos, penas y amarguras. Demasiado es el vacío que implica tu ausencia…

Es curioso como el tiempo, justo juez que todo lo pone en su sitio y gran experto sanador de heridas, no alcanza a ser más que un burdo placebo para todo lo relacionado contigo. Y más curioso me resulta todavía, el ser incapaz de recordar o el haber logrado olvidar cosas que pasaron hace algo más de un año o incluso simplemente hace varios meses, pero poder recordar con absoluta claridad los últimos días contigo, la última despedida a solas y ese adiós definitivo.

Supongo, aunque en realidad estoy totalmente convencida, que es porque eres una de esas personas imposibles de borrar, pase el tiempo que pase…

14 comentarios:

Noelplebeyo dijo...

Estimada María; acabo de leer esta cosa tuya, en primera persona, ese momento de tu retina azul, y no he podido terminarlo, se me empañó la pantalla de repente...al releerlo he llegado a la conclusión de que el tiempo pasó rápido, efectivamente, y que quien se fue no te dejó y te acompaña siempre.

Hoy quisiera darte un abrazo.

Camaleona dijo...

Cuando murió mi amiga del alma, me reservé el derecho a llorarla el resto de mis días.
Cuando murió mi padre también me reservé ese derecho.
Y les lloro cada día de mi vida. Y cada día que pasa les echo de menos y quisiera que estuvieran conmigo para compartir mis alegrías y penas, para buscar su consuelo y sabio consejo.
No han conocido a mis dos soles.

Agua dijo...

Hay personas que dejan huella en nosotros, y por mucho que el tiempo pase, siempre estan en nuestra cabeza, nuestros pensamientos y nuestro corazón. Un abrazo cargado de animos!!!!!

Sara dijo...

María, me has dejado temblando...

Unknown dijo...

Más escalofríos...

gracias por compartir sentimientos así de fuertes con tus lectores.

Hay personas irrepetibles y que nos marcan. Saberlo y disfrutarlas cuando estan a nuestro lado es lo que se debe hacer.

Saludos María.

Pugliesino dijo...

Los años, se los lleva como viento atlántico el tiempo. Los años, los días, insensible, imperturbable el tiempo pasa. Pero ni la mas fuerte galerna arranca del corazón lo que vive eternamente.
Un abrazo María

marta dijo...

No dejes jamás que se borren los recuerdos, en los días más tristes son nuestro mejor apoyo.
Conserva siempre este sentimiento tan bello, la estimación nunca desaparecerá.

Un beso ENORME :)

maria dijo...

ciertamente es tan triste perder a alguien que amabamos con todas nuestas fuerzas que por mucho tiempo que pase siempre nos crean un vacio inmenso en ese pedazo de corazon que llevaremos de luto eternameente. Pero siempre podemos recordarlos por todas esas cosas tan buenas que pasamos a su lado y podemos demostrarle con nuestra fuerza de seguir viviendo que nos gustaria poder compartir todo lo que hacemos con ellos y que por muy lejos que se hayan ido sigue siendo parte de nuestra vida. Un beso maria y animo, por mucho que te digamos la pena no se ira pero espero que sientas nuestro cariño. Besos

Dara dijo...

Igual en este caso hay que llorar más de lo estrictamente necesario, y boicotear al tiempo para que no haga eso que tan bien sabe hacer. A veces las huellas se quedan para siempre, y en realidad es un regalo, aunque duela mucho.


un miau grande, señorita azul

Ro dijo...

El tiempo no sabe cómo debe actuar con los temas del amor...

Un beso!

Sara dijo...

Yo vengo a dejarte un beso muy grande porque aunque podría (y tú lo sabes...) decirte muchas cosas, creo que todas sobran.
No puedo estar más de acuerdo contigo, no puedo entenderte mejor.
Un beso guapa

Anónimo dijo...

Esta entrada la escribí principalmente como desahogo. Una de las cosas que "el tiempo" me ha enseñado es que escribir sobre determinadas cosas ayuda y mucho...

Sigo sintiendo exactamente lo mismo que cuando lo escribí, pero... también es cierto que muchas de las palabras que otros habéis vertido aquí me han servido de mucho.

Así que, una vez más y como siempre, mil gracias a todos y cada uno de los que me vais ayudando en este... "aprendizaje" ;)

Anónimo dijo...

Me ha recordado tanto a mí...
Y justo también ocho años...
Recuerdas mi post? Me acuerdo que te emocionaste, ahora te entiendo mejor..

En mí su recuerdo no cesa,
seguiremos (sobre)viviendo....

Mil bss!

Julia dijo...

Son precisamente esas personas, las que estuvieron y estarán por siempre en tu vida, las que nunca podrás olvidar... Y quizá es por eso, porque son realmente especiales e inigualables.

Escribir es siempre un gran aprendizaje (y leerte tb) ;)

Un besazo!!