19/8/08

Lo importante es participar... ¡y un cuerno! (cc. 110)

Lo importante es participar” es una de las mayores falacias que, a lo largo de los siglos, se hayan podido inventar. Si lo realmente importante no fuese ganar, no existirían las competiciones ni los concursos, únicamente habría “participaciones”. Si bastase con participar, no se jugarían las finales y tampoco tendríamos constancia de la existencia de medallas de oro, plata y bronce para primeros, segundos y terceros clasificados. Es más, si no hubiese ganadores, vencedores y primeros puestos, ¿el mundo del Deporte haría llegado a dónde está y sería lo que hoy día es? Para mí la respuesta está clara y es un no.

Si lo importante fuese participar, todos estarían (o estaríamos) a un mismo nivel y no habría diferentes divisiones; rankings; clasificaciones; etc. La realidad es que nadie se acuerda de cuartos puestos, diplomas olímpicos o subcampeones. Sabemos, por ejemplo, el número de Copas de Europa, Ligas, Copas del Rey y demás títulos, que a lo largo de su historia ha conseguido el equipo de fútbol del que somos forofos o seguidores, pero… ¿sabemos el de subcampeonatos? Yo, desde luego que no…

Pero esto no sólo ocurre en las que podríamos denominar “grandes esferas del deporte(y sobre las que podría continuar hablando durante horas y más horas, acerca de cifras millonarias a la par que desorbitadas; cláusulas; traspasos; horas de entrenamiento; tongos y demás perrerías; etc.), a pequeña escala, se me antoja aún peor.

Remontémonos a años atrás (a la infancia de esas que hoy se han convertido en figuras del deporte) o, simplemente, pensemos en los que hoy son niños. No tengo ni la menor duda de que hay niños que, desde muy pequeños, tienen el sueño de llegar a convertirse en estrellas del fútbol, el tenis, la natación, la gimnasia rítmica, el judo o cualquier deporte que se os pueda ocurrir. A ellos no les importa o, al menos, están dispuestos a sacrificarse por aquello que persiguen y que parece haber nacido con ellos. Pero… ¿y cuando no es así?

Existen padres, por ejemplo, que siendo seguidores de un determinado equipo de fútbol y, tal vez, no habiendo podido ver cumplido su deseo de jugar en él, encuentran en sus descendientes el filón que precisaban y no descansan hasta ver a sus pequeños enfundados con la equipación correspondiente y entrenando en los campos de las categorías inferiores de ese equipo por el cual, semana tras semana, celebran goles y triunfos.

También existen madres, por poner otro ejemplo, que inscriben a ese niño gordito que prefería estar leyendo un cuento; jugando a la Play Station o comiendo un bocadillo de Nocilla, en el deporte que sea. A ellas no las mueve el afán de que sus hijos ganen nada y muy poco les importan los colores en que vayan enfundados, lo realmente importante para ellas es como ir enfundadas ellas mismas. Estas madres, encuentran en el equipo de fútbol regional o en la competición de baloncesto del barrio, el escenario perfecto para encontrarse con otras madres y lucir modelito. Acudir a un campo de arena con tacones de aguja o a un pabellón con las mejores joyas y complementos y “dejarse ver” es el único premio que persiguen.

¿Y qué ocurre con los vástagos de estos padres y madres? En el mejor de los casos, se aburren y, cómo se suele decir coloquialmente, “calientan banquillo”. Pero no siempre es así. Normalmente, éstos que no sienten ningún tipo de pasión por el “juego” en el que se les obliga a participar, tampoco tienen actitud y aptitudes para el mismo y, en el peor de los casos, incluso llegan a jugar un par de minutos y, en ocasiones, hasta pueden provocar que su equipo pierda el partido.

¿Y cuándo es así? Cuando eso ocurre, “lo importante es participar” es el mejor placebo que a padres y madres se les ocurre. Un placebo que, como cualquier otro, no sirve para nada. No elimina el sentimiento de decepción que el niño siente y tampoco hace que desparezcan las miradas de rabia y cabreo de los demás niños…

Yendo un poco más lejos y sin generalizar tanto, me atrevería a decir que para los padres de Lin Miaoke y Yang Peiyi, lo importante era que sus hijas participasen en la Ceremonia de inauguración de los Juegos Olímpicos de Pekín. La primera, era esa niña tan mona y de vestido rojo que enterneció a más de uno cantando la “Oda a la madre patria” en dicha ceremonia. O eso pensábamos todos, porque en realidad tan sólo movía la boca. En realidad, la voz que se escuchaba pertenecía a Yang, quien estaba demasiado gordita y poseía unos dientes insuficientemente alineados como para aparecer en ella.

¿Qué va a pasar con estas dos niñas digamos… cuándo empiece el colegio? La primera será la guapa y mona que no sabe cantar. Y esto no es algo grave porque, por suerte, no todos los niños saben cantar o cantan bien. Sin embargo, la segunda será esa niña de la que poco importa que sepa cantar y además lo haga tan bien, porque de ella simplemente se sabrá que como era fea (cualidad total y absolutamente subjetiva) no dejaron que todo el mundo la viese con el vestido rojo aquel ocho de Agosto de 2.008…

Y ya para terminar, dejando a un lado el mundo del deporte, hablando en primera persona y dándole una pincelada de humor a este escrito (que no es un cuento, ni una historia, ni un relato,… sino una crítica pura y dura), sólo me queda decir que… si lo realmente importante fuese participar, se tendía en cuenta la cantidad de veces que yo he participado yendo a los exámenes de esa asignatura que me falta para acabar la carrera. ¿O no…? En fin, que este placebo me lo auto-regalo, porque según dicen: “el que no se consuela es porque no quiere”…





Para leer más historias con el mismo principio, visita: El CuentaCuentos.


13 comentarios:

Anónimo dijo...

Me da mucha rabia ver cómo los padres plasman sus frustraciones personales haciendo en sus hijos y convirtiéndolos en personas que no quieren ser, sin respetar los ideales del pequeño que quizás el día de mañana sienta otra frustración y haga lo mismo con sus descendientes.
Un beso

Rebeca Gonzalo dijo...

Me ha gustado ese toque fresco del que has hecho gala en las últimas líenas especialmente y me siento solidaria con la pobre niñita que no fue elegida por su físico, porque siempre me he sentido como el patito feo en cualquier competición (del tipo que fuese)y porque comparto totalmente tu punto de vista sobre el deporte, aunque es cierto que es sano y que trabajo en un polideportivo y que no se puede generalizar, pero... ¡Me ha gustado!

Sara dijo...

Estoy totalmente de acuerdo contigo. Creo que muy pocas de las personas que presumen de que lo importante es participar, realmente se conforman con hacerlo. La mayoría quiere ganar. Claro está que, como en toda norma, existen excepciones. Hay gente que participa sin mayores aspiraciones que pasar un buen rato pero, en competiciones de alto nivel, eso se pierde por completo porque entran en juego factores como el dinero o la fama.
Lo de las niñas chinas me dejó atónita. Es una vergüenza que se permitan cosas así. Seguramente esa niña (la que cantaba) habrá ingresado en la cuenta familiar bastante dinero por dejarse humillar de esa manera. Por eso los padres lo han permitido. Una pena, una realidad.

Esther dijo...

Pues yo creo que tienes razón. La verdad, es que muchas veces inventamos cosas que no son verdad para ante la caída, intentar sentirnos mejor. Quizás es que a veces, viene bien autoengañarnos con una frase, dicho o pensamiento popular para no sentirnos peor. Varias cosas hay que nos pueden resultar mentira pero, que sin embargo necesitamos en algún momento quizás creer.

Lo de los padres, es verdad. Así son algunos: se meten donde no les llaman. Yo conozco casos así de gente que quería hacer una cosa y sus padres los influenciaron para hacer otra, porque creían que esa otra cosa tenía más caché, etc. y lo único que acaban haciéndote es mareándote, perdiéndote aún más o que simplemente hagas una cosa porque te la han impuesto o te han medio convencido de ello... ...pienso que los padres, por mucho que quieran ayudar, etc. no se deberían meter en ciertas decisiones de sus hijos, les guste o no.

Saludines.

Sara dijo...

Ay! que identificada me he sentido con lo último.

A mi me quedaba una asignatura para licenciarme, una maldita asignatura injustisisisima de test (aprovecho para aclarar que los test ME ODIAN), con preguntas sin solución o imposibles de resolver (porque según mi profesor, "si todas tienen solución entonces aprueban muchos") y que suspendía con 4,7 4,8 y 4,98

Pero lo peor no era eso, nooooo. Era que en mi universidad sólo hay cuatro convocatorias, ni una más, y si no apruebas pues te echan.

asique a puntito estuve de tirar a la basura cuatro años de mi vida, junto con el segundo ciclo que estaba estudiando simultáneando con la primera carrera y por supuesto adios a irme de erasmus, porque ya no tenía nada, como recién salida del instituto...casi me da un infarto (y a mi madre de aguantarme)

Pero me licencié porque no es que lo importante sea participar, mentira, participar, si no ganas es una mierda, pero es que si no participas no ganas y tu ganarás, ya verás como sí, que si yo lo hice tu también puedes ;)

Y tu crítica-relato es genial, las verdades sólo se pueden contar de una forma y tú la has encontrado

un besito guapa y ánimo!

-hécate- dijo...

Cuánta alegría! Jajajaja Me encanta tu entusiasmo!!

No sabes cómo entiendo lo que dices y cómo comparto tu opinión...


Un saludo ;)

wannea dijo...

Coincido contigo y con todo lo que aki se dice, de participar nada, el que no gana o se luce pasa a la basura directamente y lo peor aquellos que deberian ganar pero tienen un dia malo son igual de olvidados

PD: me apunto tambien a eso de los examenes que cruz por favor

bessos wapa

Jara dijo...

no es que llegaras tarde mujer, esq desapareció enseguida!!!


Y respecto a esto bien clarito lo hs dejado ya todo, lo peor de todo es que ni nosotros mismos nos creemos lo que decimos. No por lo que dices tú, si no por la frase en sí


muchos besos

Bea dijo...

Uffffff no me recuerdes lo de los exámenes que me pongo mala.
Que gran verdad!!!

Guapa, guapa y más que guapa.

Besikosssss

Anónimo dijo...

Es que sí, es que sí, es que sí!!! no me gusta nada darte la razón, pero en esto te la tengo que dar XD
De no ser como tú dices, al Phelps ese le bastaría con la primera medalla y Nada ni iría a los JJOO porque ya gana todo lo demás. Ser el primero y pisar cabezas es la ley de la jungla y tb del deporte!


bessiñossssssss

Sara dijo...

Gracias guapa ;)

La verdad es que no sabes cuanto siento que para que dejaras de leer "smokers" haya tenido que escribir esto jeje

En fin...tiene que haber de todo en el mundo, me da uténtica pena.

Y al cuentacuentos volveré, cuando se me pase mi depresión posterasmus, lo prometo. De todas formas, con lo bien que escribis todos tampoco hago mucha falta ;)

Otro beso enorme para ti!

Óscar Sejas dijo...

Sin embargo el mundo hoy día se mueve por canones pre-establecidos y que son realmente estúpidos.

Hay gente que crece rodeada de otra gente y gente que crece sola, en un rincón, que a nadie importa, gente que se pregunta porqué unos tienen tanto y otros tan poco y gente que desde pequeñita ve esfumarse su autoestima.

Es lamentable que los propios gobiernos fomenten este tipo de actuaciones, es indignante a la par que deleznable.

Otro mundo es posible...es cierto, pero queda tan, tan lejos...

Pedro dijo...

Hola María!!!

Estoy de acuerdo contigo, por regla general lo de participar es una engañifa. lo que vale es ganar (las posiciones de honor, dependiendo en qué y como pueden ser paños calientes, pero no es lo mismo).

En cuanto al tema del deporte, es una pena. Deberían fomentar la participación y no el ansia por ganar.

Un abrazo,

Pedro.