30/12/07

Carta a María (cc. 89)


Ésta iba a ser una navidad diferente y todos lo sabíamos desde casi el principio de la mitad de este año, sólo que como muchas veces he escuchado decir a los mayores: “hay veces en que la propia realidad supera a la ficción”. Y cuando crees que sería imposible que ocurriese algo más que empeorase esa realidad, va y sucede…

Precisamente por eso estoy yo hoy aquí. Por ese motivo he dejado ese supuesto escondite en el que vivo. En cierto modo me agrada la idea de que siga pensando en mí, de no haber caído en ese terrible olvido que normalmente es fiel compañero de viaje del paso de los años, pero no es menos cierto que hubiera preferido que el motivo que mi vuelta hubiese sido otro, las cosas como son…

Ahora que lo pienso y antes de continuar, me gustaría hacer una aclaración (para evitar caeros mal desde el principio): no soy la niña más repipi y repelente que hayáis podido conocer en toda vuestra vida. Soy consciente de que la forma en la que me expreso no es propia de alguien de mi edad, pero aunque mi aspecto físico sea la prueba evidente de los años que tengo, no debéis olvidar que psicológicamente he seguido creciendo a la par que ella y todas y cada una de sus vivencias, que también son las mías, han hecho mella en mí y también condicionan mi manera de pensar y de actuar.

Una vez dicho esto, continuaré por dónde lo había dejado:

Dado que ella a menudo piensa en mí, me echa de menos y me envidia, he vuelto para decirle algunas cosas que sé que sabe (porque si yo lo sé… ella también) pero que le cuesta ver y creerse.

Le he dado muchas vueltas a la forma de hacerlo y tras haber descartado totalmente la idea de presentarme delante de ella y decirle unas cuantas cosas bien dichas, porque no quiero que le dé un patatús y nos vayamos las dos a freír espárragos, he decidido que lo mejor sería escribir una carta. Pero no una carta para ella, sino una carta de parte de nosotras dos para los Reyes Magos. Sí, porque a mis años no es que me esté permitido seguir creyendo en ellos, sino que se trata casi de una cuestión de total y absoluta obligatoriedad.

La carta dice así:

Queridos Reyes Magos de Oriente:

Me llamo María, pero no soy la chica de veinticinco años que vive en la dirección que os he puesto en el remitente, soy la de veinte años atrás, la niña que una vez fue y que, aunque escondida en lo más profundo de su ser, continúa estando dentro y formando parte de ella.

Ya que hace muchos años que ella no os escribe (creo recordar que desde el último año en que nuestra hermana pequeña creyó en vuestra existencia) y que sé que no lo hará porque además de en vosotros ha dejado de creer en muchas cosas, he decidido hacerlo yo por ella. Aunque bueno… acabo de recordar que el año pasado sí os pidió algo que no tuvisteis a bien traerle, pero como se ha vuelto mucho más perfeccionista de lo que yo lo era, no voy a tachar ni emborronar nada, no sea que lo único que consiga sea ganarme una reprimenda por su parte…


En cuanto a eso que os pidió, lo cierto es que no estaría mal que se lo trajeseis, pero a lo mejor no lo hicisteis no porque no se lo mereciera, sino porque no iba a funcionar. De ser así, olvidadlo, tampoco quiero que se haga ilusiones en vano…


No quiero pediros nada material, ni tampoco todas esas cosas que parecen tan imposibles de conseguir y que la mayor parte de la gente pide de manera desinteresada pero sólo por quedar bien delante de los demás…


En primer lugar, querría que si esta carta no lo consigue, me ayudaseis vosotros a abrirle un poco los ojos; a conseguir que se quiera a sí misma (al menos un poquito); a que deje de anteponer otras muchas cosas a ella misma y a que se cuide (porque no lo hace y eso nos perjudica a las dos).


Por otro lado, no nos vendría mal que junto con el carbón de azúcar le dejaseis un botecito con unas cuantas gotas de positividad, que las necesita ¡y mucho! Porque eso de ponerse siempre en lo peor para así no llevarse sorpresas desagradables, no creo yo que sea tan bueno como ella se piensa.


¿Cómo andáis de saquitos de confianza?, porque nos vendría de lujo uno, por pequeñito que fuese. Y es que… digo yo que o bien está rodeada de una panda de mentirosos (cosa que no creo…) o bien sí que puede y va a poder con lo que se le viene encima y con todo lo que se proponga. Porque, a fin de cuentas, las cosas sólo llegan a ser tan buenas o tan malas como tú les permitas que lo sean…


También me gustaría pediros una zanja. Sí, sí… lo he escrito bien. Quiero que le ofrezcáis un enorme agujero en el suelo, uno al que poder echar todas y cada una de esas cosas que, con el paso del tiempo, se le han ido clavando en lo más profundo del alma. Todas esas cosas que es mejor olvidar, perdonar y hacer como que no hubieran existido nunca, porque no sirven para nada más que para causar daño y son totalmente innecesarias.


En último lugar, lo que me gustaría es pediros un gran libro en blanco. Uno que bastaría con abrirlo para haber pasado página de todo lo anterior. Un libro con el que vendría implícito eso de hacer “borrón y cuenta nueva”. Uno que ella tendría que ir llenando de momentos pasados que mereciese la pena recordar; de nombres propios que sí habrían de aparecer en él y de un futuro que ni podría estar en blanco ni sería de color negro, sino de todos y cada uno de los colores con los que ella misma quisiera pintarlo. Un libro en el que de ningún modo tendrían cabida determinadas personas, situaciones, momentos, recuerdos… porque supondría tal punto de inflexión en la vida de una persona que, únicamente permitiría tirar hacia adelante sin temores ni dudas y con la cabeza bien alta, sin mirar hacia atrás ni tan siquiera para coger impulso o carrerilla…


Y ya para terminar, sólo quisiera que realmente “lo mejor del 2.007 vaya a ser lo peor del año que está a punto de comenzar” y que, por favor, nos echéis un cable para que las cosas se solucionen y mejoren a partir de ahora (en todos los sentidos posibles).

Tampoco os olvidéis de nuestra hermana; ni de papá, mamá y el resto de la familia y amigos; que tengáis a bien cumplir, si no todos, la mayor parte de los deseos de todos los niños y niñas que tienen fe ciega en vosotros y también los de los Cuentacuentos (que aunque yo no los conozco, “la otra María” dice que ellos sí que hacen magia semana tras semana)…

Y, en general, traednos a todos un poquito más de paciencia llevándoos a cambio otro tanto de egoísmo; traednos perdón a cambio de todo el rencor que hayamos podido albergar; mostradnos el verdadero significado del verbo recapacitar;… y, también, acordaos de meter en vuestros sacos un par de kilos de carbón (del que no se come) para los que se han portado mal, lo saben y no están dispuestos a cambiar…


Un beso para Melchor; otro para Gaspar y dos para Baltasar, porque sigue siendo nuestro favorito…


Esa que acabo de leeros es la carta que, además de enviar a los RRMM, le voy a dejar a la María de veinticinco años (bueno… no la misma, porque eso es imposible, sino una copia…) sobre la almohada la Noche de Reyes, justo después de que haya dormido y tras darle uno de esos besos que a ella, en ocasiones, tanto le cuesta dar.

Además, junto con la carta, le dejaré esta post data:

P.D. Para que te des cuenta de lo que realmente importa y dejes de pensar en lo que fue y ya no podrá volver a ser; para que vivas tu futuro ayudándote tan sólo de los buenos momentos vividos pero sin recrearte en la amargura de los peores y para que permitas que tan sólo influya en ti la gente que te quiere y que te hace bien, dejando de permitir que otros sigan tirando por tierra el cariño y el esfuerzo por conseguir que estés bien, que los demás te regalan día tras día.

Porque no importa que falles, te equivoques y cometas todo tipo de errores, porque sabes que has aprendido y continuarás aprendiendo de ellos. Y, sobre todo, porque da igual que mis sueños (los tuyos a mi edad) no se hayan cumplido en el plazo establecido. Nada de eso importa si continúas luchando por hacerlos realidad…


Y no olvides que los sueños sí existen y que al soñar tenemos realmente libertad, porque siempre fue así y siempre así será…


No sé si va a servir de algo o no, pero yo al menos voy a intentarlo porque si hay algo que ninguna de las dos hemos dejado de ser es... ¡cabezotas!


Para leer más historias con el mismo principio, visita:

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7 comentarios:

Anónimo dijo...

estamos de cambios.... :)

No voy a comentarte el relato porque ya te lo has dicho todo tu solita!!

mil besos guapetona!!
Sonríe. El cielo es azul. Foto.

LC dijo...

Excellente!! me a gustado mucho!! con eso, ¿como una navidad no seria distinta?

ojala que todos tus deseos se cumplan como los de esta pequeña, pero honesta niña!!

FELIZ 2008!! mis mejores deseos!!

Pugliesino dijo...

Es genial!!! Como hace un año justo y mientras los sones del Danubio azul resuenan a mi alrededor, estoy ante una hermosa de veras carta a los Reyes.
Que a buen seguro leerán y cumplirán con lo que en ella les pide porque es una carta que pide sin pedir nada a cambio,una carta abierta para un mundo mejor,para un año maravilloso para todos,y así va a ser!!!
La forma en que vas entrelazando ambas épocas,ambas mismas personas en diferentes momentos,y sobre todo con idéntica fuerza a la hora de soñar,de creer en los sueños sin idealismos pero con convicción,una fuerza,un deseo de bien que nos transmites a todos.
Y como creemos en los Reyes Magos ellos lo harán posible!!!
Un abrazo enorme y felicidades por el blog!!!

Bea dijo...

Siguiendo tus pasos guapa!!!! Muy bonito el diseño!!!
Feliz año pequeña!!!

Pedro dijo...

Pues yo creo que los reyes magos deberían contestar a esa "niña "Maria que todo lo que necesita ya lo tiene de sobras en su interior, que escarbe un poco, que ellos lo más que pueden hacer es ayudar a encontrarlo ;)

Por lo demás deseo que se cumplan sus deseos, en especial esa parte sobre le año proximo.

Un abrazo muy fuueeeerte encanto y que 2008 te sea maravilloso,

Pedro.


Pd: Si no te regalan eso dame tu dirección y t elo mando yo :)

Anónimo dijo...

Hoy el cielo ha estado azul, muy azul y sonríendome y me he acordado de ti y vengo a dejarte un besazo q me apetecía.

Jara

Al dijo...

es increible..
un año después escribes mejor y eres capaz de transmitir incluso más, demostrado está..


:*